La autopercepción ante la enfermedad y la calidad asistencial

Autoper

Según Ramírez & Barragán (2018), la autopercepción es el conjunto de valoraciones que una persona tiene respecto a sí misma en un campo de acción y momento determinado. Además, hace referencia a un conjunto de creencias, actitudes, deseos, valores y expectativas del mundo exterior que el individuo transforma en su mundo interior. Esto significa que, en definitiva, en la autopercepción las personas se atribuyen rasgos a sí mismas.

La autopercepción y la enfermedad están íntimamente relacionadas, dado que, a causa de los síntomas de una patología o tras la misma, se puede producir un impacto profundo en la experiencia del paciente y en la calidad de la asistencia sanitaria que recibe. Esto se debe a que la forma en que una persona se percibe a sí misma mientras se enfrenta a una patología, ya sea crónica o no, puede influir significativamente en su bienestar emocional, su disposición para seguir el tratamiento y la comunicación con los profesionales de la salud. Ejemplo de ello, tal y como muestra el trabajo de Cunnyer (2014), son enfermedades como el cáncer, que pueden desencadenar “diferentes modificaciones que afectan a la autopercepción de la imagen corporal y comprometer la calidad de vida del individuo”.

Y es que aquellas personas que se sienten avergonzadas, culpables o estigmatizadas por su enfermedad podrían tener dificultades para expresar sus preocupaciones, síntomas o para seguir las indicaciones médicas, lo que puede afectar la calidad del tratamiento recibido y su adherencia al mismo.

En contraste, cuando los profesionales de la salud reconocen y comprenden la autopercepción del paciente, pueden adaptar su enfoque, brindar apoyo emocional y mejorar la comunicación. La empatía y la comprensión hacia la forma en que el paciente se ve a sí mismo pueden ser cruciales para establecer una relación terapéutica sólida y una atención centrada en el paciente, mejorando así la calidad de la asistencia sanitaria.

En definitiva, la autopercepción durante una enfermedad puede ser un factor determinante en la búsqueda de atención médica, la comunicación con los profesionales de la salud, la adherencia al tratamiento y, en última instancia, en la calidad de la asistencia sanitaria recibida. Reconocer y comprender la autopercepción del paciente es humanizar su proceso, y al profesional sanitario le permite orientar los recursos para disminuir el impacto de cuestiones como los cambios físicos y la afectación psicológica, entre otros factores.